La última vez que Marcelo Ríos y Nicolás Massú coincidieron en una cancha de tenis fue el año 2003. En ese entonces, junto a Fernando González, representaron a Chile por la Copa del Mundo de equipos en Düsseldorf, título que consiguieron tras ganar la serie 2-1 ante República Checa.

Sin embargo, los chilenos volverán a juntarse, esta vez haciendo dupla en dobles mañana por la celebración de los 30 años del Circuito Nacional de Menores de la Copa Milo, que contará además con distinguidas figuras del presente y pasado del tenis nacional, como el ex capitán de Copa Davis, Hans Gildemeister.

La actividad, organizada por la empresa que da nombre al torneo y la Federación de Tenis de Chile, se realizará en el Club Balthus y comenzará a las 10:30 con dos encuentros, en los que estarán presente el "Chino" y Massú compartiendo cancha depués de varios años.

El tenista chileno Nicolás Massú relató a La Tercera el mal rato que vivió tras retirarse del challenger de Guayaquil, cuando fue asaltado al salir de un restaurant de la ciudad ecuatoriana. 

El viñamarino agradeció de todos modos el apoyo que tuvo de la organización del torneo y dejó en claro que todo se trató de "mala suerte".

El siguiente es el relato detallado del chileno:

"Llegué el sábado y sentí algunas molestias en el aductor, así que decidí retirarme. Por eso, en la noche me junté a cenar con mi familia (tío, dos primos y la madre de ellos), que lleva más de 30 años allá, para estar con ellos".

"Tomé un taxi afuera del restaurant, que era como ir a Borde Río en Santiago, y me fui a dormir. Pero nunca pensé que al sacar mi billetera el tipo me iba a sacar un cuchillo para asaltarme. No alcancé a reaccionar. Fue cosa de segundos. Se llevó mi billetera y el celular"

"Se fue con la puerta abierta. Lo perseguí como 10 metros porque vi que el semáforo dio rojo, pero luego lo perdí. Atravesó con rojo. No alcancé a verle ni la patente. Tuve mala suerte, pero afortunadamente no pasó a mayores".

"Pero quiero agradecerle a la organización del torneo porque me ayudó en todo. Ellos no tienen nada que ver. Hay que separar las cosas. Tuve mala suerte".

"Pero lo peor y lo que me tiene más 'caliente' vino después. Mi vuelo tenía que salir a las 7.00 de allá, pero se retrasó siete horas porque se le activó un tobogán. Salimos a la 12.00, vía Lima, y obviamente perdí la conexión. Finalmente llegue como las 23.00 a Chile y debía llegar como las 17.00"

"Lo peor de todo es que mi equipaje se perdió en el trayecto y recién hoy (ayer) llegó a mi departamento, pero sin las raquetas y con la mitad de la ropa. Fue un desastre".