El viñamarino comenzó esta semana a entrenar con el ex entrenador de Fernando González.
Nicolás Massú sabe que está en la parte final de su carrera, pero no quiere dejar el tenis sin darse una nueva oportunidad para intentar volver a los primeros planos del circuito y superar las malas temporadas que ha vivido por culpa de las lesiones, que lo hicieron retroceder hasta el puesto 684 del ranking mundial.
Por eso, esta semana comenzó su trabajo con Horacio de la Peña, ex entrenador de Fernando González, con quien buscará el ansiado retorno a lugares más de privilegio del ATP. “Los dos están muy motivados, porque se necesitan para potenciarse. Además, hay una muy buena química. Y aunque llevan muy poquito, ya se nota otra actitud, en parte gracias a la personalidad de Horacio y a las ganas de Nicolás”, cuentan en el entorno de ambos.
En las prácticas, el doble campeón olímpico comparte con los pupilos del “Pulga”, quienes lo ven como un ídolo, situación que también alienta al ex número nueve del mundo a continuar con su carrera. “Entrenar con estos jóvenes es algo que gratifica mucho al ‘Nico’”, agregan.
La idea, en un principio, es ponerse a punto en lo que queda de año y realizar una intensa pretemporada entre noviembre y diciembre, para recuperar el aspecto físico. Esto último es lo más importante para Massú, pues está consciente de que en 2012 ha debido luchar en desventaja con respecto de sus rivales.
Quienes vieron el trabajo que desarrolló el tenista en los últimos días con el coach transandino, dicen que poco a poco ha ido recuperando su juego, situación que también lo tiene entusiasmado. “Si bien se ve que le falta, se le nota bien encaminado y con un nuevo aire para enfrentar lo que queda del año y apuntar al próximo”, manifiesta un cercano.
Ayer, en tanto, el deportista se embarcó rumbo a Ecuador, donde recibió una de las invitaciones para jugar el Challenger de Quito y buscar su segunda victoria desde que se recuperó de una grave lesión en el codo derecho.
Con el “Pulga”
La relación entre Nicolás Massú y Horacio de la Peña siempre fue correcta, aunque nunca tan cercana. De hecho, luego de Atenas 2004 hubo algunas diferencias de opinión por el protagonismo que adquirió el “Pulga” tras la histórica hazaña, en desmedro de Patricio Rodríguez, técnico del tenista en ese momento.
No obstante, con el tiempo, las discrepancias fueron dejadas de lado y se fueron produciendo acercamientos. Así, el vínculo se fue estrechando, lo que posibilitó esta nueva sociedad de trabajo, que es un desafío para ambos. Eso sí, aún no está definido si el transandino acompañará a su nuevo pupilo a los torneos o si sólo lo asesorará cuando esté en el país. “Por ahora, Horacio entrenará con Nicolás en Santiago, pero más adelante evaluarán si van a viajar juntos”, agregan.
La intención es ir viendo los resultados que se van dando en el camino, para seguir afinando nuevas estrategias para la última gran aventura de uno de los mejores deportistas chilenos de la historia.